Barcelona inauguró el jueves su primera jornada completa de trabajo con la zona de bajas emisiones más grande del sur de Europa, después de que el plan se lanzara oficialmente el día de Año Nuevo.
La nueva medida anticontaminación de la ciudad abarca 95 km2 e incluye la mayor parte de la ciudad y de los pueblos del área metropolitana. Algunas áreas están excluidas, incluyendo las principales vías de circunvalación de la ciudad.
El objetivo de la zona de bajas emisiones (LEZ) dentro de las vías de circunvalación de Barcelona (ZBE Rondes de Barcelona) es reducir el uso de los vehículos privados más contaminantes. Abarca todo el municipio de Barcelona (excepto la Zona Franca y los barrios de Vallvidrera, Tibidabo y Les Planes), los municipios de Sant Adrià de Besòs y L’Hospitalet de Llobregat, y parte de los municipios de Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat.
El LEZ está en vigor desde diciembre de 2017, pero sólo empezó a funcionar oficialmente a partir del 1 de enero de 2020, y ahora le seguirá un período de gracia de tres meses para permitir a los conductores adaptarse a la nueva medida.
El régimen restringe los vehículos más antiguos y contaminantes, incluidos los coches de gasolina matriculados antes de 2000, los coches diesel matriculados antes de 2006, las furgonetas matriculadas antes del 1 de octubre de 1994 y las motocicletas y ciclomotores matriculados antes de 2003.
Las restricciones se aplican de lunes a viernes, desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la tarde y se espera que afecten hasta 85.000 coches y 30.000 motocicletas, además de ver un aumento en el uso del transporte público.
Los vehículos restringidos que necesitan entrar en la LEZ tienen permitido hasta 10 permisos especiales al año expedidos por la autoridad de transporte del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) con un coste de dos euros cada uno.
En caso de urgencia médica y si no se tiene tiempo de solicitar el permiso, se puede hacer en los tres días siguientes. Las multas que se impongan se reembolsarán previa presentación de un certificado médico y de la confirmación del permiso.
Los vehículos con matrícula extranjera están sujetos a las mismas condiciones que los locales y necesitan un permiso del AMB para entrar en la LEZ.
Las multas de penalización oscilan entre los 100 euros y los 1.803 euros, dependiendo del vehículo y de la gravedad.
Hay una serie de exenciones, como los vehículos de servicio de emergencia y los pertenecientes a personas con movilidad reducida. Algunos vehículos utilizados para la prestación de servicios especiales, como las grúas, las hormigoneras o los vehículos de venta, también estarán exentos cuando entren en la LEZ para realizar un fin determinado. Mientras tanto, los vehículos pertenecientes a familias de bajos ingresos han recibido un año adicional para adaptarse antes de que se les apliquen las restricciones, al igual que los vehículos extremadamente grandes, como ciertos camiones o autobuses.
La policía local de Guàrdia Urbana será la encargada de vigilar la zona, y también se instalarán 200 cámaras en los principales accesos de la ciudad, capaces de leer las matrículas e identificar los vehículos contaminantes.