En la Comunidad de Andalucía, se consiguen cuatro núcleos en los cuales, el 70% de los linces censados en España se encuentran distribuidos en ellos. La Comunidad registra 120 hembras reproductoras, esto según el último censo del año 2019. Según la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, el 57% de los linces de la Península Ibérica habitan en núcleos de población controlada, se distribuyen en Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Portugal.
En cifras del último estudio, en la Península Ibérica habían 583 ejemplares de estos animales en peligro de extinción, de los cuales 107, el 18,4% en territorio de Portugal y 476, 81,6% en territorio de España. A estos números se le suman 311 cachorros nacidos con vida en el año 2019.
En Andalucía se eleva a 70,1% si analizamos las cifras exclusivamente del territorio español. En Andújar – Cardeña (145), en Guarrizas (71), Doñana – Aljarafe (69) y Guadamellato (46), estos suman 331 ejemplares, sin incluir a los 122 cachorros nacidos vivos en 2019. Por su parte Castilla La Mancha contabiliza 84 linces (17,7%) y Extremadura 58 linces (12,2%).
En la Comunidad de Andalucía se nota la concentración del mayor número de hembras reproductoras, con 120 (63,8%) de todas las 168 censadas en la Península. En el núcleo Andújar – Cardeña hay 53 hembras y se tiene registro del nacimiento de 54 crías. Mientras que en Doñana se han censado 25 hembras y a su vez 28 nacimientos en 2019. En Guarrizas hay 24 hembras con 26 nacimientos y en Guadamellato 15 hembras con 14 nacimientos.
Este dato es sumamente importante, para que la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN) recatalogue al felino de “especie en peligro de extinción” a “especie vulnerable”. El requisito más necesario es que se mantengan 125 hembras reproductoras durante cinco años seguidos.
Proyecto Life Lynxconnect
Este proyecto liderado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, tiene en mente una metapoblación del lince ibérico demográfica y genéticamente funcional. La duración del proyecto es de cinco años con un presupuesto de 18.754.029 euros y la Unión Europea aporta el 60,67% de los gastos elegibles.
También se desea que la población del lince ibérico se auto sostenible y genéticamente viable. Consolidando a las poblaciones que se encuentran en Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y Portugal y creando nuevos núcleos en Murcia y en Sierra Harana.