La prueba del autobús futurista convierte a Málaga en un laboratorio de transporte eléctrico

En Málaga se están llevando a cabo las PRUEBAS de un sistema de compra de electricidad que se espera que se copie en todo el mundo.

La ruta de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) sirve a la comunidad de estudiantes universitarios que estudian en el campus de Teatinos.

Los autobuses hacen un viaje de 2,5 kilómetros que dura hasta 12 minutos y transporta a 150.000 pasajeros al año.

El sistema de energía eléctrica, que se está probando por primera vez, consiste en que el bus se enchufe en enchufes incrustados en el asfalto para recargar las baterías.

Su objetivo es ser rápido, silencioso e invisible para los usuarios, dura entre dos y cinco minutos y no tiene ningún impacto en los tiempos de viaje.

La ciudad se convertirá en un laboratorio para probar la tecnología y medir su impacto en la red eléctrica, la operación de recarga y la experiencia del viajero. Durante los dos meses de prueba, los pasajeros viajarán gratis.

Miguel Ruiz, gerente de la EMT, dijo que los autobuses eléctricos son el futuro, pero que los retos tecnológicos deben ser superados.

Hasta ahora, este tipo de vehículos sólo se pueden recargar en los garajes, pero el nuevo sistema permitirá que los vehículos se carguen mientras realizan su viaje.

El proyecto prototipo, conocido como Paloma, está financiado por los Fondos Feder de la Unión Europea y el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, la Consejería de Economía y Competitividad y la Universidad de Málaga.

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