El mundo romano nos ha legado un idioma culto, el latín, y también las lenguas romances. Pero además hemos heredado de él ciertas costumbres que hoy en día están muy arraigadas en la cultura occidental. Así lo expone el escritor Paco Álvarez. En su nueva obra, Somos romanos, señala, entre otras similitudes, estas:
- Los bares
En el mundo romano existían unos locales conocidos como “thermopilia”. Estos se parecían bastante a los bares modernos. Por ejemplo, tenían barras y servían bebidas alcohólicas. La diferencia principal es que despachaban principalmente vino. Nada de cerveza, a la que tildaban de bárbara.
- Día de reposo
El domingo, dentro del mundo romano, era tenido como un día de descanso. No se trata de una costumbre, sino de un decreto oficial. Fue César Constantino el encargado de fijarlo como tal en el año 321. Originalmente estaba destinado a la adoración del sol, aunque acabó tomando otra dirección.
- Reciclaje
Era común que en el mundo romano se guardase los trozos de objetos de vidrio rotos. Los mismos eran entregados a unos mercaderes ambulantes que los intercambiaban. El proceso le daba al dueño de los fragmentos unas cerillas de corte primitivo. El otro los depositaba en talleres donde se fabricaba una nueva pieza del mismo material.
- Divorcio
Muchos piensan que el divorcio es totalmente moderno. Pero sucede que ya en el mundo romano había tenido huella. Fue una ley impuesta por Augusto. Este emperador declaró que, si un cónyuge quería divorciarse, tenía absoluto derecho. Y nada ni nadie podían oponerse a ello.
- Depilación
Ya en el mundo romano era costumbre que las mujeres se depilaran. Algunos hombres también lo hacían. El nivel de sufrimiento, aunque parezca bastante imposible, era aún más alto que el actual. Se dice que Julio César era practicante.