Alrededor de mil bomberos y 16 aviones siguen trabajando para apagar el incendio, que desde el sábado ha arrasado 10.000 hectáreas de tierra en Canarias.
El incendio que estalló en Gran Canaria el sábado se está estabilizando lentamente, con la caída de la temperatura que permite a los bomberos proteger las viviendas que habían sido amenazadas por el incendio. La mejora de las condiciones ha permitido que unos 4.500 habitantes, de los 9.000 evacuados desde el sábado, hayan podido regresar a sus hogares. A la mitad restante se le dará permiso para llegar a sus propiedades una vez que se haya completado una revisión de seguridad.
El fuego sigue ardiendo fuera de control, pero se espera que se estabilice en las próximas 48 horas. El martes por la noche, más de 400 bomberos estaban trabajando para apagar el incendio con la ayuda de helicópteros e hidroaviones.
Alrededor de mil bomberos y 16 aviones siguen trabajando para apagar el incendio, que desde el sábado ha arrasado 10.000 hectáreas de terreno en Canarias, entre ellas cientos de hectáreas del Parque Natural de Tamadaba. Los hidroaviones lanzaron casi tres millones de litros de agua en las llamas entre el lunes y el martes.
El perímetro del incendio forestal es actualmente de 112 kilómetros, y los frentes principales están ubicados en el pinar de Tamadaba, y en áreas cercanas a Guayedra y El Risco, en el municipio de Agaete. La ministra de Defensa española en funciones, Margarita Robles, pasó el martes en el centro de mando de Vallesco, siguiendo la evolución del incendio. El líder del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, viajará el miércoles a Gran Canaria para visitar el escenario del incendio, que es el peor que ha afectado a España en seis años.