Medio de presión para la aprobación del fondo
Este miércoles la canciller alemana, Ángela Merkel llegó a Bruselas, con la intención de ejercer presión a los socios de la Unión Europea (UE), para llegar a acuerdos con respecto al fondo de recuperación europeo, el cual pretende ser un mecanismo de financiamiento para que los países de la región, puedan subsanar la situación de crisis, causada por la presencia del COVID-19. Según se ha indicado, la intención de la funcionaria alemana, es que se apruebe dicho fondo durante este mes.
Este viaje es el primero que Merkel realiza fuera de su país de origen, luego de cinco meses y resulta la primera reunión de la UE a la que asistiría, luego de que el 1 de julio, asumiera la presidencia semestral de la organización intergubernamental.
Dificultades para llegar a acuerdos
El principal obstáculo que se ha presentado en la ruta a la adopción de un acuerdo entre las partes, ha sido el veto que han establecido los denominados “frugales”, representados por Austria, Dinamarca, Países Bajos y Suecia, los cuales han presionado para aumentar la condicionalidad en la ejecución de los recursos del fondo.
Postura de Merkel
La jefa de Gobierno alemana ha asegurado, en la intervención realizada en el Parlamento Europeo, que la solidaridad en tiempos de crisis “no es sólo un gesto humanitario”, sino que también representa, una “inversión de futuro”. En este evento, ha resultado evidente que la intención de Merkel es evitar el desmembramiento de la instancia comunitaria, como producto de la falta de consensos, entre países que han sido afectados con distintos niveles de intensidad, por la presencia de la enfermedad en sus territorios.
Por su parte, el Presidente del Parlamento, David Sassoli, ha apoyado la intervención de la canciller federal, enfatizando que la nación que ella representa, “ha entendido bien” la capital importancia que implica para el continente, que los países sean solidarios entre sí, pues permite hacer frente a la crisis, de manera más eficiente; mientras que expresó su confianza en el Consejo Europeo, como institución capaz para asumir los retos que se presentan en la actualidad en la región.
Encuentros previstos
El encuentro realizado este miércoles contó con la participación de un reducido número de eurodiputados, pero está previsto que posteriormente se lleve a cabo una reunión entre las máximas autoridades de las cuatro instituciones comunitarias. De igual modo, se estima que el 17 y 18 de julio, se lleve a cabo una nueva reunión en la ciudad capital de Bélgica, en la que participarían los representantes de la totalidad de países que conforman la Unión, para deliberar nuevamente sobre el fondo de recuperación europeo y los detalles inherentes al mismo.
Consecuencias de postergar el acuerdo
La Comisión Europea ha sostenido que, de no aprobarse rápidamente este medio de auxilio a la recuperación de Europa, podrían complicarse aún más las condiciones socioeconómicas de Italia y España, siendo éstos los países miembros de la UE, que han sido golpeados de modo más severo por la crisis. Otra de las consecuencias que ha advertido el Ejecutivo comunitario, que podría producirse al prolongar excesivamente el acuerdo, es la de ampliar la brecha existente en la actualidad, entre las economías de los países miembros, lo cual repercutiría negativamente sobre la estabilidad del organismo internacional e inclusive podría poner en peligro la sostenibilidad del mercado común y la moneda única.
Recursos del fondo
Alemania y Francia han estipulado la creación de un fondo de 500.000 millones de euros, con la finalidad de que sea dispuesto para la concesión de subsidios a los países más afectados por el COVID-19, siendo apoyada esta iniciativa por parte de la Comisión Europea, la cual ha optado por crear una partida adicional que contará con 250.000 millones de euros, para garantizar el otorgamiento de créditos, en condiciones más favorables que las ofrecidas por el mercado.
Sin embargo, aún quedan por determinarse, la cantidad de recursos totales con los que contará el fondo, la forma como se realizará la distribución, las posibles condiciones sobre el uso del dinero y las consecuencias de incumplir con dichas condiciones. Estos aspectos serán los discutidos en las reuniones que se efectuarían durante la semana que viene, las cuales podrían resultar particularmente tensas.