La comunidad científica ha puesto de manifiesto un efecto inesperado del proceso de cambio climático, que se ha desarrollado sobre el planeta en los últimos años. Aparte de los fenómenos más conocidos como producto de este tipo de modificación de las condiciones del clima, como la proliferación de desastres naturales, disminución de la biodiversidad planetaria, aumento de la temperatura promedio y deshielo de los polos; se añade la disminución del tamaño y edad promedios de los árboles.
Consecuencias del cambio climático sobre la vegetación
Según una publicación realizada en la revista científica norteamericana Science, el aumento de la temperatura y la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera, ha mermado el crecimiento de estos aliados naturales contra la contaminación ambiental y ha incidido en que la proporción de árboles jóvenes haya aumentado en relación a los de más edad. Otros factores que pueden haber influido negativamente en este sentido, son el aumento de incendios forestales, sequías y tala indiscriminada con fines comerciales.
Causas de la reducción del tamaño de los árboles
Otro aspecto que se ve condicionado en gran escala como producto del aumento de la temperatura, es la capacidad de realizar fotosíntesis de las plantas. Esto se traduce en el aumento de las muertes y la disminución de la capacidad de regeneración y crecimiento de las especies vegetales, afectando el tamaño que pueden llegar a alcanzar en su máximo punto de desarrollo. También las sequías han aportado a disminuir su población total y a mermar las capacidades de enfrentar amenazas exteriores, tales como ataques de insectos y otras plagas. Los incendios forestales por su parte, han destruido grandes extensiones de áreas verdes, las cuales, en ocasiones, no vuelven a albergar vida, producto de las altas temperaturas.
Sin embargo, el estudio explica que los altos niveles de dióxido de carbono atmosférico, generado por la actividad industrial, puede coadyuvar a favorecer el crecimiento de esas plantas leñosas y su producción de semillas, pero eso sólo ocurre en bosques jóvenes que cuentan con abundantes recursos hídricos y gran cantidad de nutrientes; condiciones las cuales no existen en la mayor parte de los bosques a nivel mundial, por lo cual sus árboles no pueden beneficiarse del mejor modo de los beneficios del dióxido de carbono.
Proyecciones
Estos cambios generados sobre el crecimiento de los árboles, se traduce según los especialistas, en una merma significativa de la capacidad de los bosques de absorber ese gas de la atmósfera y modifica las características de la fauna que habita los mismos. Para los autores del artículo, la tendencia a la disminución de las capacidades forestales, no va a mermar ni mantenerse, sino que aumentará de modo importante en los próximos 100 años.