Veinte días para conocer Marruecos

Agosto, billetes rumbo a Marrakech, y la ilusión inagotable de descubrir. Veinte días por delante para conocer un país tan próximo como diferente. Con un itinerario libre, basado en nuestras sensaciones a lo largo de los días, los servicios ferroviarios del país decidirían la ruta final.

Vamos al lío, estamos en Marrakech. Desde el primer momento, se respira su ambiente agitado, adentrándonos en sus recodos siendo observados por la soberana Kutubia. Dividida en dos partes, como cada una de las grandes ciudades, la medinas y las llamadas ciudades modernas dibujan el pasado y el futuro del país marroquí. Recorrer la medina se convierte en una rutina placentera a medida que pasan los días; los laberínticos zocos resultan embriagadores (a pesar del incansable acoso de los vendedores) y, en especial esta medina, ofrece varios puntos de visita que resultan muy atractivos. Como obligatorios os remarco: Tumbas Saadíes (conoced su pasado sangriento); los Palacio el-Badi y de la Bahía (os haréis una idea de cómo vivían algunos antiguamente); la Madrasa Ben Yusuf y justo al lado el Palacio M’Nehbi o Museo de Marrakech; La Menara (siempre al atardecer, sugiero), y por último, un paseo por el Barrio de Guéliz, que supone un contraste total con lo anteriormente citado. Sin embargo, la guinda del pastel, sólo la alcanzaremos tras disfrutar de las intensas noches que ofrece a diario la Plaza Jeêma el-Fna, donde podremos disfrutar desde pequeñas representaciones teatrales o conciertos locales hasta estrambóticas peleas pugilísticas callejeras.

Viendo ya Marrakech por el retrovisor, el siguiente tren nos traería hasta Casablanca para los siguientes cuatro días. Para describirla, diría que la ciudad ha sufrido el paso de los años sin que estos trajesen consigo su remodelación. La primera impresión nos evoca suciedad, descuido. Las atracciones turísticas, lejos de la imperial mezquita Hassan II, dejan bastante que desear. La oferta se puede basar en varios puntos repartidos por el centro de la ciudad como son: la Plaza de las Naciones Unidas; el Parque de la Liga Árabe; la Prefectura o Wilaya; la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes y/o La Corniche. Sin embargo, ninguna de éstas, aporta una experiencia que esté fuera de lo común y quizá ello debilite con fuerza vuestra visita. Pero, para nuestra suerte, la gran Mezquita de Hassan II, bien merece la pena habernos decidido a recorrer la ciudad. La enorme construcción deja simplemente sin aliento, con una historia que bien vale el peso de sus descomunales pilares. ¡Una auténtica joya!.

Los días avanzan, y la próxima parada nos trae hasta Rabat, capital del país. Esta presenta una mejor imagen frente a Casablanca y además, siendo la capital económica del territorio marroquí, posee una buena oferta turística que no admite aburrimiento. Así pues, os enumero por orden propio de preferencia, qué podemos esperar de Rabat. En primer lugar, el Mausoleo de Mohamed V (dedicado a la figura política del Sultán); la Kasba de los Oudayas (recomendación especial); la Torre Hassan y por última, el Chellah. Lo positivo de estos enclaves se basa en su poca similitud, por lo que constituye una visita rica en variedad a la par de entretenida. Además, si contáis con tiempo suficiente, cruzad el río y dirigíos a Salé, la famosa ciudad de los morabitos, que conserva su medina en perfectas condiciones, y donde resulta muy grato perderse entre sus ceñidas callejuelas.

Asimismo, el viaje se consume, y esta vez, logramos llegar hasta Fèz, la capital cultural del país, que sin duda alguna, ensalza como ninguna otra de las ciudades nombradas, el estilo de vida de la población local. Agobiante y hechizante por igual, la medina es una oda al pasado y las costumbres, que se resume en un camino infinito de recovecos, de calles angostas imposibles de identificar por mucho que las camines (destaco como indispensable andar sus variopintos zocos). Además, dentro de sus largas callejuelas, se diferencian múltiples barrios entre los que destaca el indistinguible Barrio de los Curtidores, y digo indistinguible, porque no pasará inadvertido para vuestro olfato. Por último, para completar la visita dentro de la medina, visitad la gran puerta de Bab Bou Jeloud que da acceso a la medina y las Madrasas Bou Inania y Attarine. Fuera de sus murallas, también nos esperan otros buenos puntos de visita como pueden ser: las vistas panorámicas que nos ofrecen los bastiones conocidos como Borj Sur y Norte, y los vestigios históricos que encontraremos en las Tumbas Meriníes.

A falta de Mèknes (la cual recomiendo su visita), ya habíamos completado el círculo de las cuatro grandes ciudades del país, así que dedicaríamos el resto del viaje a conocer esos otros pequeños rincones que cerrarían nuestra aventura. Sin querer alargarme mucho os enumero cuáles fueron éstas y qué encontraréis: a unas cuantas horas de Marrakech, tuve la oportunidad de visitar las Cascadas de Ouzoud, donde agradeceréis un refrescante baño si viajáis en verano. También, pude ver el Valle de Dadès, que ofrece unos contrastes paisajísticos increíbles, las Gargantas del Todra, un desfiladero cuyas paredes de roca alcanzan los 300 metros de alto, y como no, el famoso alcázar de Ait-Benhaddou, una pequeña ciudadela construida a base de adobe, que resulta alucinante en primera persona. No obstante, mi última parada, la cual no pudo ser mejor, fue la travesía realizada entre las inmensas dunas del desierto de Erg Chebbi, que aún siendo la típica excursión turística (camellos, noche en jaimas típicas, contacto con población bereber…), la verdad es que, las sensaciones que transmite este mar de arena y silencios sólo evocan dicha en estado puro y una paz absoluta.

Cierto es que, faltaron muchísimos lugares por descubrir, pero Marruecos me convenció, y supe que hice una buena inversión al apostar por él para mis vacaciones. Su alta variedad de contrastes y opciones hacen fácil al viajero conseguir una ruta satisfactoria, sea cual sea el camino elegido.

Más adelante, publicaré una nueva entrada en la que os daré información útil y práctica para quienes tengan intención de conocerlo, y donde hallaréis información relativa a precios, precauciones, alojamientos, etc.

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